Hoy es el día

Hoy es el día
en que nuestros besos
se podrían dar a conocer,
lluvioso y de nubes lleno

Hoy es el día
en que podría haber actuado
el Señor,
nadie lo puede negar,
ni las aves del cielo,
ni los muelles,
ni Nietzsche ni Baudelaire

Noches enteras
pasé
rompiendo las uñas de mis dedos
buscando algún resto a ti
mas sólo encontraba piel,
yo quería un abrazo
y un beso triste,
quería morir
y tú ya no estabas en la pared
como solías hacerlo

Hoy es el día
donde mis manos
ya fueron amputadas
y sólo queda mi cuello
perdido
en los besos que nunca me diste

Hoy es el día
donde quisiera que fuera una noche
donde casi nos besamos
pero donde sí nos besemos

No hay disculpas en las damas de negro

Hoy
todo lo que me puse
fue muerte
y quizás mañana
sea lo mismo
mas hoy no cantó ninguna voz
y mañana al menos una será

La cama estuvo fría,
pero no fría de helada,
fría de insomnio,
permanecí totalmente nulo
a punto de quiebre
observando la nada
y temblando sin oxígeno

Mil pájaros
vinieron a mí en otros tiempos
y yo los eché sin antes
silbar con ellos,
fueron pájaros que supieron llorar
mientras yo observaba todo
despreocupado y lleno de pecho,
simplemente anoche
lloramos todos

Si decidiera saber yo
que las cosas son cosas
y las personas personas
seguramente me mataría
y ya no habría redenciones vanas

Un día apareció una mancha
en mi legajo
y todo fue estupefacto
ante el tiempo
y creí vivir,
pero seguía muriendo

Hoy mientras escribo
trato de no existir

La lengua habla y se manifiesta a través de nosotros

Cuanto antes,
cuanto antes debo ser
los versos más tristes
de toda la eternidad,
podría ser cualquier verso,
el más vulgar,
pero debo ser triste;
quiero que escribas
en una hoja manchada
de lágrimas azules,
pero del azul ese grisáceo,
quiero que mis ojos
sean tus lágrimas

Sé
que por las noches
lloras de alguna forma,
porque también aprovecho a hacerlo
cuando me percato
de que las noches
son tristes
y vos te representás en la nada
exactamente de la misma forma
que en aquellas noches
cuando escribíamos sin tachones
y sin mirar para el costado
como si el infinito no estuviera
en ninguno de los ojos
de ninguno de nosotros dos
que somos poetas
destinados a ser uno del otro
el poema más utópico
que haya habitado en nuestras manos
de frías corazas rotas

Cuanto antes
responde
los puntos suspensivos del aire
y el oxígeno que suelto,
cuanto antes
quiero que llores y me digas
porque
quiero que mis ojos
sean tus lágrimas