La hormiga que
decidiste aplastar;
el árbol que
decidiste talar;
el pibe que
decidiste golpear;
el chico desprotegido que
decidiste envenenar con tu mierda;
el mendigo que
decidiste ignorar;
la arañita inocente que
decidiste matar;
el chabón que
decidiste pincharle la globa;
el caballo que
decidiste esclavizar hasta su muerte;
el perrito al que
decidiste cortarle su cola y sus orejas;
el músico que
decidiste no darle alas;
el angelito negro que
decidiste no pintar en el fresco;
la Pacha Mama que
decidiste no respetar;
la pobre Laika que
decidiste enviar al espacio;
el indígena que
decidiste robarle su vida;
el médico frustrado que
decidiste formar;
el ave en extinción que
decidiste balear;
el niñito africano que
decidiste no alimentar;
todos ellos te perdonarán
porque grande es su bondad,
y el Dios que
decidiste blasfemar
tomará la decisión
de perdonarte y
llevarte junto a él.
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