Ya me tenía que haber enterado,
o al menos dado cuenta,
de que mis desagobios agobian,
de que mis cargas
lanzadas como balas
hieren
Recién me doy cuenta
de que a los gritos
se ahoga con desahogos,
de que e papel
luego de ser árbol
sigue siendo vida
El único grito
que debo dar
es al lapicero
y quedarme con ganas
de golpearme
Estoy mal
y estaré peor,
pero todo es perfecto
Si he herido a alguien
con mis vanas palabras
le pido amablemente
que no me lea,
simplemente
que me entienda
Ahora sé
que debo vivir feliz
con lo que me oprime,
que debo reírme
de mis tristezas,
que solamente
debo hablarle
a los árboles
Dicen por ahí
que me he vuelto carne
No hay comentarios:
Publicar un comentario