Soplo vez tal

Si las letras fueran mortales
seguramente no serían humanas,
serían manos de poeta
derramando tinta
sin escribir sonetos
y ni siquiera versos,
palabras, abras en la plaza,
chorrearían lágrimas
y el sol seguiría oculto
detrás del aire o no,
pero perfectamente el poeta
seguirá ocultándolo

Llora la damisela en el cerebelo
y corren los indios por el cielo,
nadie sabe lo cimarrón del cielo
y nadie sabe lo ondulado del gancho,
porque tampoco nadie sabe descifrar
qué tan lejos está el espacio
o qué tan cerca está la luna,
mientras tanto, vivimos muriendo,
y cuando morimos somos renglón desfallecido,
la humanidad plasmada en la lírica soez,
escatológicos versos de Baudelaire y Poe,
Neruda muerto recitando poemas de Benedetti,
y el poeta, el poeta no es ningún ser viviente
ni tampoco mortal,
el poeta es un degenerado,
¡y qué degenerado!
el poeta defeca donde escribe
y nunca ama, sobretodo eso
nunca ama

Rebeliones estrafalarias y desubicadas
buscan el sentido en la niebla o en la claridad
mas no lo encuentran por donde la nada,
mas no buscan donde rebota la palabra y no existe,
nihil, tu hermana en tanga e ismo,
porque todo surge del viento,
de ahí surge todo,
ni Big Bang ni Dios, viento creador,
soplo del Dios viviente que ha muerto,
y como ha, ha creado,
y como ha, existe,
existe el viento, y el Dios lo mira enorgullecido,
soplo y viento,
viento de soplo,
relinchar de dientes podridos y carcomidos
y algo más