Respiro el aire
sumergido en la decadencia
de un par de frases nunca dichas
y más allá
de que duelan mis pies
trato de rebobinar imágenes
ya nunca más recitadas
en manos de poetas muertos,
y si bien todo mal estar
es residuo de mi desprecio
y toda lágrima
una piedra que afila mi lápiz,
mi sangre se ha acumulado
y mi corazón está a punto de frenar
y comenzar a llorar
y hacer del árbol más nombres
y corazones por fuera del árbol
y comienzos por fuera de la nada
y estupefactos gestos en las iniciales
y llantos en los corazones
y negrura
en medio de las penumbras sucias
de mi corazón mojado
Yo no quisiera volar con el viento
pero debo seguir siendo
sólo un aliento caliente
con desenfoque en el horizonte