viernes, 17 de febrero de 2017

"Él" - Capítulo 1 - Falsas propiedades

 Tal como el cero no es nada y la nada pasa desapercibida y ahí se encuentra Dios, él se plantó en la plaza y comenzó a recitar su estúpido, gentil, hermoso e ingenioso monólogo, y así versaba parado en un banco: 

  -"Aunque no me escuchen, yo los veo, y las posesiones a las que llaman <<propiedades>> no son más que objetos de inutilidad, que hacen sus vidas más limitadas, ya sea en valores, sabiduría o expresión. Las <<propiedades>> hacen de la humanidad una civilización materialista y codiciosa, ya que los sumerge en un círculo vicioso de <<querer más>> que se transforma violentamente en violencia hacia todo, a tal punto de que la conciencia se pierde.
 Día a día, la humanidad decae, perdiendo sentido de orientación.
 Las personas deberían ser conscientes de que la única propiedad es el alma, y nuestra única herencia verdadera es el cielo."
 
 Todo eso y otras barbaridades decía él sin despegar la mirada de las gotas de lluvia que resbalaban por el aire y causaban, en conjunto con su rezo, que los humanos se alejaran jorobados mirando el piso y rezongando. A pesar de todo él seguía con su parlamento:
 
 -"El concepto de propiedad lo ha creado el Hombre, y al igual que la mayoría de los elementos que ha creado, ha sido para mejorar la calidad de vida, y como método de organización; puesto que ese concepto lo ha creado un ser humano, tiende a tener imperfecciones, porque el ser humano no es perfecto, y algo imperfecto no puede crear algo perfecto; en la imperfección del concepto no me refiero a una falta de ortografía o pronunciación, sino a la utilización del concepto, puesto que dentro del concepto siempre existieron conceptos de egoísmo como <<mío>>, <<tuyo>>, <<venta>>, <<compra>> y muchas otros, y éstos conceptos encerrados en <<propiedad>> llegan a violencia (tanto física como mental, propia como impropia) y fuertes discusiones."

 Dicho todo lo que tenía que decir, se sentó en el banco, cerró los ojos y disfrutó de la lluvia hasta despertar.

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