La última vez que él había despertado fue aquella en que las gotas resbalaban en el aire y los discursos toscos rebotaban por primera vez. Aquella fue la última vez en que despertó. Aquella vez fue la primera vez en la que alguien decidía desmentir a la humanidad, y ese alguien era él, y ningún alguien más lo sabía, es más, habían algunos más que no habían escuchado sus palabras anticapitalistas, palabras que al fin y al cabo lo habían depositado en una celda por toda una noche. Lo habían apresado por difamación de la realidad y lo habían dejado en libertad por una supuesta locura creciente. Aquella noche fue el comienzo abrupto de toda la historia, de su locura viva, el comienzo del insomnio total. Aquella noche lo fue todo, él, una celda casi oscura, olor a encierro, voces lejanas y por último una tenue luz que exhalaba una lamparita de bajo consumo. Esa noche quedó en total silencio con el callar de los murmullos y el comenzar de él, de su tonada de voz turbia, irreal, morbosa y hermosa. Esa noche no dio lugar a que él hable solo de nuevo, como siempre, sino que esa noche lo unió a la lamparita de bajo consumo, quien supo escuchar de muy buena gana lo que él esta vez tenía para decir.
Él miró suavemente a la lamparita con los ojos entrecerrados y comenzó lo ya esperado:
-"¿Sabes? Es cierto que el mayor recurso que tenemos para sobrevivir hoy en día es el dinero. Pero, también es cierto que, fue, es y será uno de los emblemas de codicia humana más significantes. Nos manipula ciegamente y nosotros nos dejamos, siendo el dinero una de las herramientas de tortura mental más utilizadas por empresarios y gente con poder adquisitivo. Con él manipulan a empleados, gente sin estudios, y mismamente entre ellos. Estas personas no miden la brutalidad de los hechos, piensan solamente en ellos y en sus bienes, formando así nubes de dinero, que forman a su vez a lo que serían <<nazis monetarios>>, menospreciando a la gente <<pobre>>. El dinero incluso, puede llegar a que la gente se niegue a sí misma, e incluso a Dios."
Él ya se encontraba de pie, mirando hacia el pasillo agarrado a los barrotes, hallándose de espaldas a la lamparita. Los guardias ya se habían asomado a ver qué sucedía.
-"En fin, querida amiga, el dinero no nos hace mejores personas, es más, es como firmar un contrato con Satán el poseerlo; lo que nos hace mejores personas es la bondad, la fe, la alegría y compartir momentos con tus seres queridos, dejando de laso las preocupaciones monetarias, aunque sea difícil.
El dinero lo puso Dios, es su prueba para ver hasta qué nivel de codicia llega el ser humano.
Josefina, si es que te puedo poner un nombre, el dinero fue creado con la idea de sacar provecho individual de la materia prima para que las personas <<importantes>> tuvieran más poder que otras, esto lo cubrieron y cubren, querida Josefina.
¿Que cómo lo cubren? Fácil, poniendo argumentos banales; yo en lo personal pienso que todos pueden sacar provecho de la materia prima, no solamente la gente adinerada.
Mucha gente asegura que nosotros manipulamos al dinero, que lo controlamos, cuando en realidad él nos tiene manipulados y bajo su control.
Es hora de pensar, gentil compañera de celda, es hora de pensar...”
Tal como era la imaginación de cualquier idiota, él marcó en la pared una raya verticalmente para luego tacharla horizontalmente cual una cruz o el fin de algún ciclo, y debajo de esa linea cortada a la mitad, a modo de leyenda, preguntó por escrito “¿A qué queremos y valoramos más? ¿A una persona adinerada con muchas alhajas brillantes o a una persona que brilla interiormente? ¿Queremos valorar más al brillo o a la persona? ¿Qué brilla más?”. La censura que le aplicaron fue tanta que borraron hasta su expediente. Él ya había dejado de ser alguien.
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