lunes, 23 de octubre de 2017

Borrador 85

Es hermosa,
ha de fumar tabaco cuando le pinta,
es hermosa y ha de hechizarme con su boca
mas nuestro amor ha de ser muy kitsch,
y hoy que no la ví
mis ojos se han entristecido
en charcos de arcoiris rotos

Ha de estar en estos momentos
besándose con algún rasta boludo,
y más aún
ha de ser uno de esos besos truchos
que solamente se dan en las comedias,
de esos besos cursis que me encanta envidiar

Yo solamente degusto su belleza
a la distancia y sin sangre,
sólo color y hueso,
sólo yo y un recuerdo

miércoles, 18 de octubre de 2017

Cabrera, no dejes de cantar

Me vi llorando
y lloré aún más,
la voz del agonizante de Cabrera
sonaba en mis oídos
al son del viejo difunto de Mateo,
"Hoy te vi" decían,
"Mirando rosas hoy te vi"
y no terminé de saber que era
aquello que rondaba mis ojos
¿Un sentimiento egocéntrico?
¿Crueldad, narcisismo?
Presupuse que era mi cara de idiota,
mi forma de ser poeta
y no
yo ya había para entonces
dejado de ser poeta,
por una extraña rareza ahora amaba
y por otra calle odiaba la vida o el mundo

Fui predicho
y eso ya me asesinó,
las lágrimas son incoloras
reflejo de la transparencia de mi alma,
la flecha de grandilocuencia estúpida y bizarra
era lo que era hoy

domingo, 15 de octubre de 2017

"Él" - Capítulo 9 - Tan denso como el ego

 Él bostezó mientras se prendía un pucho. Nunca había fumado. Comenzó, pero nadie lo escuchó, estaba totalmente solo.

 -"La lógica nos aleja de lo verdaderamente real, haciendo de los Hombres personas inseguras, ya que nos quedamos con lo que nos dicen, a causa de la infinidad de argumentos lógicos que nos inculcan, y al situarnos en esos argumentos nos quitamos las ganas de experimentar las cosas por nosotros mismos."

 Observó que nadie le escuchaba y lagrimeó.

 -"¿Por qué eso nos hace inseguros?"

 Asimiló y sonrió, giles.

 -"Simple. Al no querer experimentar las cosas nos quedamos sin explorar el mundo, y cunado nos llegue la hora de confrontar una situación nos sentiremos inseguros porque no lo hemos experimentado antes."

 Otra vez sonrió pero luego asimiló, giles.

 -"Lo mismo para con la <<ley de gravedad>>. Nos quedamos con la lógica, los cálculos , y otros argumentos que nos dan, lavándonos el cerebro para inculcarnos esa <<ley>>, quitándonod las ganas de experimentarlo."

 Giles, primero esta vez ustedes de cara, luego Él asimilando y su sonrisa.

 -"Y entonces ¿cuál es realmente la <<ley de gravedad>>?"

 Esta pregunta se respondió en silencio y luego se argumentó en palabras, giles.

 -"Sugiero que la <<ley de gravedad>> está vinculada a lo <<malo>>. Es algo que los científicos se reirían llamándola metáfora, ineptos ellos.
 Mi ley de gravedad es la atracción al pecado. O sea, nosotros estamos constantemente atraídos por el pecado, al igual que somos atraídos por el centro de la Tierra; otro factor que incide en mi <<ley>> es que la mayoría de las personas para tomar ubicación del Infierno señalan hacia abajo, se supone que hacia el centro, dispuesto que en él hay <<fuego>>."

 Ya no sabía qué decir, ya había presentado su tesis, ante sí mismo nada más, pero su tesis al fin y al cabo.

 -"Pero el Diablo no puede controlarnos con la gravedad porque no podremos elevarnos físicamente pero sí etéreamente. A una persona de alma elevada no influye el pecado en su vida."

 Despertó, estaba soñando, eran las 3:00 a.m., nadie llamaba a la puerta. Continuó somnoliento.

 -"Pero el alma, cuando el cuerpo fallece, desciende o se eleva. Con este último argumento descartamos el estado medio entre el Paraíso o el Infierno, dispuesto que lo que más se asemeja a un estado medio es la Tierra y sus cuerpos físicos, ya que es una oportunidad que nos otorga Dios para elevar nuestro espíritu y descartar a Satán."

 Finalmente se prendió un pucho mientras bostezaba.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Si muero a los dieciocho

A Santiago Pereira
Si sucede,
solamente
si sucede,
que me muera
a los dieciocho
quiero
que armen alboroto,
que mi cuerpo
arda en la hoguera
junto a mis textos,
que el bar
el cual me osó recibir
sea clausurado
y el que me incitó
a recitar
tenga cadena perpetua,
si muero a los dieciocho
no moriré a los diecinueve
y probablemente
tampoco a los veinte;
si muero a los dieciocho
matenme de nuevo
para que tampoco viva
en el infierno,
hagan una marcha
por 18 de Julio
y que Bizcochito
dé un discurso;
si a los dieciocho muero
diganle a Tavella
que lo quiero;
si muero
a los dieciocho
por prostituir a la poesía
reclamen,
sobretodo,
un monumento para conmigo
en plena Plaza Independencia
y si es posible
saquen a Artigas y a su caballo blanco,
porque si hay
una estatua
de Rivera
¿por qué
de mí no?
Es más,
abajo,
en el mausoleo,
pongan un paseo de compras
pero solamente
con carritos de chorizos,
y arriba,
en mi estatua,
que los que se dediquen a los chorizos
me encajen a los pies
estampitas con mi cara y velas blancas;
si muriera
a mis pocos
dieciocho,
quisiera,
como buen mártir,
que alguien haga un recuento de mis obras
y las publique,
en papel higiénico
si es posible;
si no me muero
a los treinta y dos
es porque morí
a los dieciocho,
seguro,
pero también quiero
que Suarez
juegue en Peñarol
y que Francisco
me beatifique;
eso nada más
si muero
a los dieciocho;
si muero
a cualquier otra edad
festejen
uruguayos
festejen,
y también lloren,
por favor,
no todos los días
se muere alguien como yo