Para vos
El mismo cuentose repite
siendo esta vez real
mientras el reloj
sabe de lo que hablo
y de lo que sucederá
No me hacen falta las ganas
de decirte
“Te extraño,
ni diez minutos
y te extraño”
No me hacen falta las ganas
de gritar a los cuatro vientos
lo mucho que te amo
y lo mucho
que reprimo ese grito
No me hacen falta las ganas
de escribirte una carta y recitarla
No me hacen falta las ganas
de no moverme de aquí
y ahora
No me faltan ganas
de amarte
y hacerlo por siempre
Mientras
me siento
a meditar,
los árboles,
silenciosos,
junto a las noches
tratan de hablarme
pero yo
solamente los observo
porque ahí te veo,
tan sacra e iluminada,
tan poseedora del canto de las aves
y la danza alegre de la brisa
Hoy te vi
caminando por los aires,
como siempre,
y por eso
“Te extraño,
ni diez minutos
y te extraño”,
pero tal como
el extraño extraña
a su extrañeza,
yo sin mi oxígeno
no puedo vivir
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