Las lágrimas
aferran en un abrazo fuerte
la almohada
mientras el sol
se moja detrás de unos nubarrones
que tratan de despertar
Lucho con mis lágrimas
porque soy yo
el que te quiere abrazar,
soy yo
el que te siente
enterrada en mi pecho por siempre
instaurada con todo el glamour
en las letras que he escrito
y escribiré
Las gotas de sal
puede que necesiten
nuevos poemas,
pero yo
solamente te necesito a vos
y algún par de ojeras que me miren,
pero sobretodo
te necesito a vos
Recorro a pasos fríos
la habitación
para abrir una ventana
que nadie quizás
se atrevería a abrir
y ahí estás vos,
en la distancia de los pasos
y en la luz matinal
que es consiguiente de tu insomnio
Las palabras
ya no sirven de pretexto
para guardarte en mí
ni para que estés cerca,
eso ya pasó,
ahora
vos
sos la que es el pretexto,
siempre lo fuiste
pero escondida en un montón de versos,
siempre lo serás,
pero esta vez
juego sin poemas
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