De repente
me ataca ese temor
de que te pierdo,
de que cada segundo que pasa
es nuestra última respiración combinada
y en conjunto,
y te lloro desenfrenadamente
por estos momentos
en que no estás
y solamente
remarco esas repeticiones
Siendo las 19:30
te miro
y no estás
por ningún lado
¿A dónde
habrás
ido a parar?
Te traigo
y no estás,
la bruja malvada
te devora
y no estás
Te vistes pálida
y no estás
y mucho menos te ves,
estás perdida
en otro lugar
sin que necesariamente
no sea mi mundo,
y lamento
que no estés
para escuchar
mi te quiero
hasta el lugar
que nosotros mismos
recreamos
En esta hora
en la que me hablas muda
pero en las primeras palabras
que me dirigiste
y yo ya sé
que esto
es todo un crimen rojo
no resuelto
y de lo único
que me entero de vos
es lo que me dijiste
Este no es el clima adecuado
para abrirte
ni para sacar fotos
a cada poema,
los bichos de la humedad
juegan a ser bolita
debajo de las rocas
donde miro
deshabitado
Deshidratado
quiero volver
a las ojeras
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