sábado, 13 de mayo de 2017

Triste Juan

La ciudad
lamentable
y dichosamente
no me quiere,
me repele,
los muros
me dictan
cada una cuadra
"Fuck"

Los transeúntes
alegres
me odian,
me percato
y me enaltezco

Te odio
le digo yo también
al tipo que está
del otro lado,
él lo acepta,
yo también,
sus ojos vidriosos
piden piedad
al igual que los míos,
sus cabellos rubios
se transforman
en algo inconsciente
y lo repele
escupiendo colores
de una,
lanzando saliva
de otra,
siguiendo luces en la ruta,
mordiendo hamburguesas
y haciendo burbujitas,
el espejo
se odia
y se ríe
de la estupidez humana

El vino
es un deleite
que solamente
los sobrios
pueden beber,
y él
muere a cada rato

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