martes, 13 de junio de 2017

Indigencia la suya, señora amarreta

Ver sus ojos
vidriosos y celestes,
sin rumbo
y con hambre,
el manto descalzo
que no cubre el frío
aislante de mierda

Ver su mirada retorcida
gastada y llorona
o quizás hasta destrozada
sin el fuego en su piel

Ver su estado
deplorable
y todos sin hacer nada
incluyéndome a mí

Ver su cuerpito
tumbado
sin ningún mimo ni abrazo,
sus rasgos recios y delicados
con ganas de vivir
y el resto hace lo imposible
para que él no sufra más

Ver todo ese contexto puto
y sentir lástima y dolor
y reiterar las cosas
sobretodo las y, y querer hacer algo
y no poder hacer más que la visión
y un poema limpio para regalarle

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